Los rusos perdieron 120 hombres en 1 minuto, olvidaron usar artillería

Aquí, después del desastroso asalto anterior, los rusos decidieron cambiar su vector de ataque y lanzaron un nuevo asalto masivo, esta vez desde el flanco norte de Ivano-Darivka. A pesar de la fuerte presión de otro gran asalto mecanizado ruso, los combatientes ucranianos de la 54ª Brigada Mecanizada aprendieron de la experiencia de la 10ª Brigada de Asalto de Montaña y organizaron una defensa multilayer que tenía como objetivo repeler los asaltos rusos anticipados.

La última vez les conté cómo el asalto mecanizado ruso al sur de Ivano-Darivka resultó en grandes pérdidas de personal, tanques y vehículos blindados, dejando a muchos soldados heridos varados en la zona gris. Parece que el comando ruso se dio cuenta de que el principal error en su asalto fueron las posiciones elevadas de defensa ucranianas sobre el pueblo, lo que hacía que los futuros ataques en esta dirección fueran poco prácticos.

Es por eso que las fuerzas rusas lanzaron una segunda oleada de ataques a lo largo de la plataforma elevada al norte de Ivano-Darivka, avanzando desde la Refinería de Petróleo de Lysychansk, donde habían acumulado numerosos vehículos blindados para el ataque. Esta ruta tenía como objetivo reducir las pérdidas posicionando las unidades mecanizadas rusas al mismo nivel que los defensores ucranianos, con la esperanza de alcanzar y capturar sus posiciones. Para preservar el elemento sorpresa, las fuerzas rusas evitaron los bombardeos de artillería pesada y aéreos sobre las posiciones ucranianas, lo cual más tarde demostró ser problemático.

El esperado elemento sorpresa falló, ya que los comandantes ucranianos ya esperaban un asalto a lo largo del embudo elevado. Con solo un camino de tierra que conducía desde las principales posiciones rusas en la Refinería de Petróleo de Lysychansk, los ucranianos estaban preparados para concentrar los ataques con drones y operadores de ATGM en este estrecho corredor para repeler los asaltos. Además, la reducción del embudo a aproximadamente un kilómetro de ancho limitó la maniobrabilidad de las fuerzas rusas durante el ataque, lo que facilitó a las fuerzas ucranianas detectarlas y atacarlas.

Las imágenes de combate muestran que los rusos lanzaron un asalto mecanizado sustancial con once vehículos blindados y más de cien soldados. Sin embargo, encontraron problemas antes de llegar a las posiciones ucranianas, ya que las fuerzas ucranianas identificaron y destruyeron tanques y BMP rusos con ATGMs Stugna-P. La mayoría de las pérdidas blindadas rusas fueron causadas por ataques con ATGM, un incidente raro, ya que hoy en día los drones FPV causan la mayoría de las pérdidas. Esto probablemente se debió a la incapacidad de los rusos para organizar un apoyo aéreo y de artillería coherente sobre las posiciones ucranianas, como lo sugieren fuentes rusas. Según los protocolos militares rusos estándar, la artillería debería haber suprimido la mayoría de las posiciones de ATGM antes del asalto, pero debido a la falta de coordinación, esto no ocurrió.

Los vehículos rusos que estaban fuera del alcance de los ATGM fueron atacados por drones FPV, lo que obligó a las tropas restantes a retirarse a las trincheras y refugios cercanos. Las fuerzas ucranianas luego desplegaron drones Mavic armados con granadas para eliminar la infantería rusa que continuaba el asalto, dejando con vida solo a aquellos que huían del área. Esto empeoró la situación para las fuerzas rusas, ya que los asaltantes desorganizados de los BMP dañados, muchos de ellos heridos, se dispersaron por los campos abiertos, escondiéndose en trincheras y refugios abandonados.

En general, a pesar del fracaso anterior, los rusos relanzaron sus asaltos mecanizados hacia Ivano-Darivka, lo que resultó en grandes pérdidas, con muchos sobrevivientes desorganizados y heridos dejados en la zona gris. Se estima que el número de tropas rusas dispersas por los campos cerca de Ivano-Darivka, incluyendo los heridos, es de hasta cien. Este asalto y el anterior en la dirección de Siversk recibieron fuertes críticas en los medios rusos por parte de analistas militares, quienes criticaron a los comandantes de la zona y pidieron su destitución por su incapacidad para organizar operaciones ofensivas. Esto llevó a grandes pérdidas en tanques y BMPs por parte de las tripulaciones de ATGM ucranianas, lo que no solo evitó que las unidades mecanizadas rusas lograran ganancias territoriales, sino que también redujo las posibilidades de éxito de futuros ataques debido al deterioro de la preparación para el combate de las unidades destrozadas.