Aquí, los rusos continuaron con la tercera ola de su contraofensiva, intentando superar las defensas ucranianas con un nuevo enfoque táctico. A pesar de los desastrosos resultados, los comandantes rusos se negaron obstinadamente a cambiar su táctica, lo que llevó a muchos marines rusos a encontrar su tumba acuática.
El objetivo principal de los rusos en esta fase de la contraofensiva es penetrar las defensas ucranianas mediante una maniobra de pinza y rodear el frente norte de la incursión ucraniana. Recientemente, los rusos decidieron intensificar sus ataques sobre Novoivanovka, suponiendo que las líneas ucranianas estaban a punto de colapsar. Esta vez, los rusos adoptaron una táctica diferente: atacaron la localidad de frente desde el este para distraer a los ucranianos, mientras lanzaban un ataque de flanqueo desde el sur. Un pequeño río fluye al sur de Novoivanovka, con un solo puente que los rusos deben cruzar para ingresar al pueblo desde esa dirección. Desafortunadamente para los rusos, los ucranianos estaban bien preparados, manteniendo una defensa integral en la localidad y exponiendo los ataques de flanqueo rusos a más fuego ucraniano mientras intentaban cruzar el río.
Los ucranianos compartieron imágenes geolocalizadas de uno de estos ataques, mostrando cómo el convoy ruso comenzó a encontrar minas terrestres tan pronto como salió del pueblo de Liubimovka. Al cruzar los campos del sur, muchos vehículos rusos fueron alcanzados e incendiados. Al mismo tiempo, la infantería descendió prematuramente en un intento desesperado por alcanzar la seguridad del bosque. Al final, solo uno de los seis vehículos rusos logró entrar en la localidad, pero fue emboscado e inhabilitado por un arma antitanque ucraniana, tras lo cual los ucranianos rápidamente eliminaron a la infantería rusa dispersa.
A pesar del fracaso del ataque ruso y de que los ucranianos conocían ahora el plan ruso, los comandantes rusos ordenaron otras cinco oleadas de asaltos mecanizados de la misma forma que antes. Como era de esperar, estos ataques terminaron aún peor para las fuerzas rusas, ya que los ucranianos conocían el plan ruso al detalle, mientras que los rusos no cambiaron su táctica en lo más mínimo. Los ucranianos continuaron compartiendo imágenes geolocalizadas de cómo repelían los ataques frontales y de flanqueo rusos, mostrando muchos vehículos blindados rusos en llamas, incapaces de cruzar el río. Las imágenes publicadas después de los asaltos rusos en el cruce del río muestran que los marines rusos de la 810ª Brigada de Infantería Naval sufrieron grandes bajas en su intento de maniobra de flanqueo. Las imágenes muestran de manera sombría cómo las orillas del río y los juncos están llenos de soldados rusos muertos y vehículos blindados destruidos.
Los soldados ucranianos activos en la región informan que la actividad de las fuerzas rusas en la dirección de Kursk sigue siendo constante. Añaden que los rusos despliegan regularmente vehículos blindados a lo largo de sus principales vectores de ataque, los cuales son destruidos antes de que puedan lograr un avance significativo. El Instituto para el Estudio de la Guerra informa que el ejército ruso transfiere frecuentemente nuevas reservas a la región de Kursk para reemplazar las elevadas pérdidas de personal y equipo.
En general, las unidades ucranianas describen su situación defensiva como estable, a pesar de defenderse de la tercera ola de la contraofensiva rusa y de estar sometidas a constantes ataques rusos. Gracias a rotaciones frecuentes, los soldados ucranianos en la región de Kursk se mantienen bien descansados y son capaces de aprovechar su entrenamiento y equipamiento superior para lograr victorias tácticas en el campo de batalla. Esto les permite adaptarse rápidamente a una situación en constante cambio y responder eficazmente a las nuevas tácticas rusas. A medida que las pérdidas rusas aumentan rápidamente y su progreso se estanca, los rusos están agotando sus unidades de asalto más élites, lo que disminuye aún más sus perspectivas de romper las líneas ucranianas.
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