En Toretsk, las fuerzas rusas lanzaron un gran asalto para recuperar el control del distrito central de edificios altos, una zona estratégica clave para dominar la ciudad. A pesar de reagruparse durante semanas, su ofensiva se encontró con una feroz resistencia ucraniana, incluidos ataques con drones y tácticas innovadoras como interceptar las comunicaciones rusas para atraer y eliminar a los soldados de asalto. Se produjeron combates cuerpo a cuerpo, pero las fuerzas ucranianas infligieron grandes bajas y forzaron la retirada rusa. El fracaso del asalto pone de relieve los desafíos persistentes que enfrentan las fuerzas rusas y la resistencia de los defensores ucranianos en este campo de batalla urbano tan disputado.