Hoy hay muchas actualizaciones desde la dirección de Kursk.
Aquí, tras repeler un asalto ruso, las fuerzas ucranianas aprovecharon la oportunidad para burlar a sus adversarios utilizando comunicaciones capturadas para informar al mando ruso que la posición estaba asegurada. Al caer en el engaño, los comandantes rusos enviaron una gran unidad de refuerzo, que fue emboscada y aniquilada en una trampa meticulosamente planeada por Ucrania.
Anteriormente, las fuerzas rusas habían intensificado recientemente sus operaciones ofensivas cerca de Nizhny Klin, con el objetivo de asegurar una posición estratégica elevada para un posible ataque a Sudzha a lo largo de la carretera principal. A pesar de sus esfuerzos determinados, estos ataques resultaron en grandes pérdidas sin lograr avances territoriales. Los comandantes rusos, interpretando este resultado, asumieron que las fuerzas ucranianas habían reforzado Nizhny Klin al redistribuir tropas de otros sectores del frente de Kursk, considerándolo un bastión defensivo crítico. Bajo esta suposición, los oficiales rusos cambiaron su enfoque a Pogrebki, un sector relativamente menos activo, lanzando nuevos ataques con la esperanza de explotar una debilidad percibida. Creían que las ganancias tácticas en Pogrebki y los bosques circundantes podrían proporcionar un punto de apoyo para futuros avances hacia Malaya Lokhnya.
Sin embargo, contrariamente a las suposiciones rusas, las fuerzas ucranianas mantenían una presencia robusta en Pogrebki, con sus tropas meticulosamente ocultas en los bosques, dentro del pueblo y en las colinas circundantes. Para contrarrestar los ataques mecanizados rusos, los ucranianos desplegaron extensos campos de minas terrestres, que habían repelido con éxito numerosos asaltos en las últimas semanas. Estas minas demostraron ser altamente efectivas, destruyendo vehículos principales y permitiendo que los combatientes ucranianos ocultos neutralizaran rápidamente las unidades blindadas restantes y los soldados de asalto. Reconociendo las pérdidas insostenibles de estas ofensivas mecanizadas, los comandantes rusos adaptaron su enfoque, desplegando grupos de infantería más pequeños para infiltrarse en las líneas boscosas con el fin de sortear los campos de minas ucranianos. Sin embargo, este cambio táctico no tuvo en cuenta la profundidad y adaptabilidad de las defensas ucranianas, que continuaron infligiendo pérdidas significativas a las fuerzas rusas.
Estos grupos de infiltración rusos fueron rápidamente identificados y enfrentados por las fuerzas especiales ucranianas, que retomaron con éxito las posiciones perdidas. Durante el enfrentamiento, más de una docena de soldados rusos fueron capturados, lo que brindó a los ucranianos una oportunidad inesperada para ejecutar una estrategia astuta. Usando acentos rusos impecables, las fuerzas especiales ucranianas transmitieron un informe falso al mando ruso, afirmando que las posiciones habían sido capturadas y aseguradas sin más resistencia ucraniana. Engañados por esta artimaña, los comandantes rusos enviaron un grupo de asalto más grande, equipado con múltiples vehículos blindados y soldados de asalto, para reforzar lo que creían que eran posiciones amigas.
Imágenes de combate del enfrentamiento muestran cómo las fuerzas especiales ucranianas prepararon expertamente una emboscada en las posiciones rusas recuperadas, ocultándose en el bosque cercano. Armados con armas antitanque AT-4, ametralladoras y francotiradores de precisión, esperaron a los refuerzos rusos desprevenidos. Cuando los vehículos blindados BTR rusos avanzaron hacia la zona boscosa, los ucranianos activaron su trampa, neutralizando inmediatamente dos de los tres vehículos con ataques antitanque bien dirigidos. El BTR sobreviviente se retiró rápidamente del campo de batalla, abandonando a los soldados de asalto que había desplegado. Atrapados bajo una lluvia de fuego de ametralladoras, los soldados de asalto rusos intentaron arrastrarse de regreso a través de la hierba alta para ponerse a salvo. Sin embargo, los francotiradores ucranianos, equipados con dispositivos de imagen térmica, detectaron rápidamente sus movimientos y eliminaron metódicamente a las tropas en retirada con precisión milimétrica. La emboscada terminó con la destrucción casi total del pelotón de asalto, restableciendo el progreso ruso en Pogrebki al punto de partida.
En general, los eventos en Pogrebki ilustran la creciente sofisticación táctica de las fuerzas ucranianas y el desorden operacional que aqueja al mando ruso. Al explotar la inteligencia obtenida de los soldados capturados y emplear tácticas de engaño, las fuerzas especiales ucranianas no solo neutralizaron a un grupo de asalto ruso significativo, sino que también expusieron las vulnerabilidades inherentes en la cadena de mando y la coordinación en el campo de batalla de Rusia. Este enfrentamiento subraya una tendencia más amplia: la capacidad de Ucrania para anticiparse, adaptarse y contrarrestar de manera decisiva las ofensivas rusas, erosionando sistemáticamente el impulso de su adversario mientras conserva su propia fuerza. Estas dinámicas no solo frenan el progreso ruso, sino que también demuestran la creciente brecha en la efectividad operativa entre ambos bandos, remodelando las perspectivas estratégicas de la guerra.
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